viernes, 18 de mayo de 2007
A rey muerto
¡Con un par! Así perdió la final el Espanyol en Glasgow. Con diez durante más de una hora y aguantando el asedio constante del Sevilla, que incluso llegó a marcar en la prórroga, los periquitos aguantaron estoica y espartanamente. Jonatas pegó un zapatazo que debió estar impulsado por el alma y el espíritu de los 14.000 pericos en Glasgow, los 10.000 del Palau Sant Jordi y de todo catalán y buen amante del fútbol que se aprecie. Pero ahora viene el momento de la verdad. Ahora que los pericos han salido de la jaula (no es fácil cuando el vecino gana un título cada año), hay que intentar que no se pierda este espíritu que los ha llevado a Glasgow. Los periquitos son ahora águilas de cabeza blanca. Tremendamente atractivos y escasos. No caigamos en el obstruismo de nuevo. Ahora que hemos despertado y que el Barça se encuentra de capa caída. “El rey ha muerto. Larga vida al (nuevo) rey”.
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